jueves, 27 de marzo de 2008

Antonia Cuesta Núnez.

Si comparamos la mujer de los años 40 con la mujer de hoy, nos damos cuenta lo mucho que ha cambiado, en todos los sentidos, la vida.
En la primera época, no había agua en los grifos, no había electrodomésticos, como cocina para hacer la comida, nevera para conservar los alimentos, ni plancha eléctrica, ni lavadora, ni microondas, ni tantos más que hoy día tenemos.
Hoy día, todo se puede comprar confeccionado, nada más que para ponérselo; antes, había que confeccionarlo todo a mano.
A todo esto nos hemos ido acostumbrando, poco a poco, sin darnos cuenta, porque ha ido para mejor. Si tuviéramos que volver al pasado, sí que notaríamos el cambio.
Pero, aún así tenemos que seguir organizándonos para tener tiempo para todo lo que tenemos que hacer.
A todas las que vivimos los años 40, nos cuesta un poco más pero, nos animamos unas a otras y aquí estamos haciendo lo que podemos hasta que Dios quiera.

No hay comentarios: