lunes, 24 de marzo de 2008

BÁRBARA ÁVILA RAMÍREZ

Quiero contarles un poquito de mi vida. Soy la que hace cuatro de siete hermanos. Quedé sin mi madre con seis años, así que mi infancia y mi juventud fueron buenas. Hice todos los trabajos de campo y de casa; mayor a mis fuerzas porque yo fuerzas he tenido pocas, pero siempre las he sabido aprovechar. Me casé con veintiséis años, me alejé de mi familia, tuve dos hijos, los crié y los casé y tengo cuatro nietas. Mi marido murió y me quedé sola, pero no de Dios porque yo sé que a mí siempre me acompaña alguien de noche y de día.
Ahora tengo un amigo fiel, que me quiere, creo más que a mi familia, según me lo demuestra. Él se llegó a tirar desde un segundo piso por venirse conmigo. No me habla pero me lo demuestra con sus alegrías y con sus caricias. Creo que será porque a mí siempre me ha gustado hacer bien a los demás, así que estoy contenta por ser como soy, a mis setenta y tres años.

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